National Legislation on Labour and Social Rights
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Convenio sobre la inspección del trabajo, 1947 (núm. 81) -- Convenio sobre la inspección del trabajo (agricultura), 1969 (núm. 129)
Discusión por la Comisión
Representante gubernamental — La República de Serbia quiere indicar a la Comisión que, con arreglo al orden jurídico y la Constitución de la República de Serbia, los tratados y convenios internacionales ratificados tienen prioridad y prevalecen sobre otras leyes nacionales aplicables. La Ley de Supervisión de la Inspección de abril de 2015 está sujeta a esta regla. El artículo 4, párrafo 4, de esta ley establece que los tratados y convenios internacionales ratificados tienen prioridad sobre la Ley de Supervisión de la Inspección. Esto incluye el Convenio sobre la inspección del trabajo, 1947 (núm. 81) y el Convenio sobre la inspección del trabajo (agricultura), 1969 (núm. 129). Con arreglo al artículo 194, párrafos 4 y 5, de la Constitución de la República de Serbia, los tratados internacionales ratificados y otras normas generalmente aceptadas de la legislación internacional formarán parte del sistema jurídico de la República de Serbia.
En este caso concreto, ello significa que si el tratado o convenio internacional ratificado prevé que una inspección debe realizarse sin notificación previa así deberá procederse en cumplimiento del artículo 4, párrafo 4, de la Ley de Supervisión de la Inspección, y respetando el lugar que ocupan los convenios internacionales ratificados dentro del sistema constitucional y jurídico de la República de Serbia. Para apoyar lo antes mencionado, proporcionaré a la Comisión información estadística que pone de relieve claramente el número y los tipos de inspecciones llevadas a cabo el año pasado por la inspección del trabajo.
En 2018, la inspección del trabajo llevó a cabo un total de 70 122 inspecciones en las instalaciones de empleadores registrados y no registrados, de las cuales 4 607 (el 7 por ciento) se realizaron con notificación previa y 65 515 (el 93 por ciento) se realizaron sin notificación previa o sin ninguna orden de inspección por escrito.
En 2018, se realizaron 939 inspecciones extraordinarias en entidades no registradas sin notificar previamente al empleador que se iba a realizar una inspección. Las cifras antes mencionadas ponen de manifiesto que, en las inspecciones que realizó en 2018, la inspección del trabajo aplicó directamente las disposiciones de los convenios ratificados de la OIT, de conformidad con la Constitución de la República de Serbia. La misma situación se observó en 2017 y 2016. Quiero añadir que ningún inspector tuvo que pagar una multa por las acciones llevadas a cabo en el ejercicio de sus funciones.
Por último, teniendo en cuenta las conclusiones de la Comisión de Expertos, queremos informar a la Comisión que el Gobierno de la República de Serbia solicitará la asistencia técnica de la OIT a fin de superar esta situación y modificar las disposiciones en relación con los Convenios núms. 81 y 129 que han sido puestas en tela de juicio por la Comisión de Expertos.
Estoy segura de que después del debate con la OIT, los interlocutores sociales y las partes interesadas pertinentes del Gobierno — porque quiero mencionar que esta ley depende del Ministerio de Administración Pública en los gobiernos locales — con la asistencia técnica de la OIT lograremos solucionar en un futuro próximo esta situación en relación con nuestro marco jurídico.
Miembros empleadores — El presente caso tiene por objeto analizar la observancia de la Ley de Supervisión de la Inspección Serbia núm. 36/15, de abril de 2015, a los principios recogidos en los Convenio núms. 81 y 129.
Ambos instrumentos forman parte del conjunto de normas internacionales de trabajo destinadas a garantizar un umbral mínimo y universal de protección de los trabajadores en los sectores considerados. Su objetivo no consiste en impulsar un sistema uniforme de inspección del trabajo sino en establecer los principios de orientación y funcionamiento que deben fundamentar la inspección del trabajo:
- en cuanto a su función de velar por el cumplimiento de la legislación relativa a las condiciones de trabajo y la protección de los trabajadores, y
- por la otra, de contribuir a que esa legislación evolucione en consonancia con los mercados nacionales e internacionales de trabajo.
Además de la función de control, que incluye una serie de facultades y prerrogativas encaminadas a la represión de las infracciones, los instrumentos confieren a la inspección del trabajo una función de información y de asesoría, además de encomendar a las autoridades competentes un deber de información acerca de las deficiencias o los abusos que están específicamente previstas en las disposiciones legales vigentes.
Finalmente, en los instrumentos se prevén la publicación y la comunicación a la Oficina Internacional del Trabajo de un informe anual de inspección en el que ha de incluirse principalmente información sobre los fundamentos legales de la inspección del trabajo, la composición y distribución del personal de inspección, y los ámbitos de competencia y sus actividades, así como los accidentes laborales y los casos de enfermedad profesional.
En lo que respecta al caso de Serbia, la adopción por este país balcánico de los Convenios núms. 81 y 129 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) forma parte de un ambicioso esfuerzo de homologación de sus instituciones y normativas a los estándares internacionales. Un proceso que ha adquirido, si cabe, mayor vigor desde que entrase en vigor el Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la Unión Europea (UE) y Serbia en 2013 y se iniciasen las negociaciones de adhesión del país balcánico a la UE, y lo que supondrá una adaptación de las normativas sociales y laborales del país a los 20 principios del pilar social de la UE, que tienen en la OIT y en sus convenios su máxima inspiración en materia social y laboral.
Serbia ha sido uno de los principales objetivos de programas, como la Plataforma de Asuntos Laborales y Sociales, denominada en inglés Employment and Social Affairs Plattform-ESAP, impulsada de manera conjunta por la UE, la OIT y el Consejo de Cooperación Regional en los Balcanes occidentales, cuyo principal objetivo ha consistido en:
- mejorar los consejos económicos y sociales;
- implantar mecanismos de medicación laborales;
- impulsar la articulación de estrategias y políticas de empleo, y
- modernizar la inspección del trabajo de acuerdo con los principios de la OIT, y mediante el establecimiento de una red de inspección del trabajo en la región para intercambiar experiencias en esta materia.
Es en este contexto, donde debemos situar la aprobación por el Gobierno serbio de la Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15, que tiene como principal objetivo fijar el nuevo modelo de la inspección laboral en el país, por medio de una mayor coordinación entre los distintos organismos implicados en las labores de inspección y de una aplicación uniforme de los principios de actuación de la inspección del trabajo en el país.
Sin embargo, la Comisión observó que los artículos 16 y 17 de la nueva Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15, restringían la libre iniciativa de los inspectores del trabajo al exigir una notificación previa de tres días para la mayoría de las inspecciones y una orden de inspección previa, salvo en situaciones de emergencia, donde se especifique, entre otras cosas, los objetivos y la duración de la inspección. La Comisión de Expertos también observó que si durante el curso de la inspección, un inspector descubría un caso de incumplimiento que sobrepasase la orden de inspección, debería solicitarse una adenda a la orden.
Asimismo, constató que la ley prevé responsabilizar a los inspectores por las medidas adoptadas en el ejercicio de sus funciones, en virtud del artículo 49, y que se les podrá imponer una multa que oscilará entre 50 000 y 150 000 dinares serbios (aproximadamente entre 500 y 1 500 dólares de los Estados Unidos), por ejemplo, si efectúan inspecciones sin previa notificación, como está previsto en el artículo 60 del articulado.
Teniendo en cuenta lo expuesto, la Comisión de Expertos solicitó que se adoptasen las medidas necesarias para suprimir las restricciones y limitaciones impuestas a los inspectores del trabajo en la Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15, a fin de garantizar que se autorice plenamente a los inspectores del trabajo a entrar libremente y sin previa notificación, en todo establecimiento sujeto a inspección, de conformidad con los Convenios núms. 81 y 129.
Para los empleadores, en un Estado de derecho, una inspección del trabajo moderno y un marco normativo juicioso son claves para estabilizar el clima empresarial, aumentar la seguridad jurídica y económica, y disminuir los riesgos sociales a los que están expuestos los inversores.
Por ello consideramos fundamental contar con un buen servicio de inspección del trabajo, que actúe sobre todo a título preventivo y consultivo, para garantizar una competencia leal y propiciar la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo. Un funcionamiento independiente y sin restricciones de la inspección del trabajo garantiza la buena gobernanza, la transparencia y la responsabilidad en el sistema de protección de los derechos. En este sentido, la Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15, debe entenderse como parte de la firme voluntad del Gobierno serbio de contribuir mediante la modernización de su sistema de inspección al refuerzo del Estado de derecho en el país.
Sin embargo, también constatamos ciertas insuficiencias en cuanto al contenido de la ley y el procedimiento seguido durante la tramitación de la ley:
- En cuanto al artículo 17 de la ley, que obliga a la inspección del trabajo un preaviso de tres días, coincidimos con la Comisión de Expertos en adaptar dicho precepto al espíritu de los Convenios núms. 81 y 129, que recogen el principio de las visitas previas sin notificación.
Así, en virtud del artículo 12, párrafo 1, del Convenio núm. 81, y del artículo 16, párrafo 1, del Convenio núm. 129, las inspecciones del trabajo que acrediten debidamente su identidad estarán autorizados para:
— entrar libremente, y sin previa notificación, a cualquier hora del día o de la noche, en todo establecimiento sujeto a la inspección, o
— entrar de día, en cualquier lugar, cuando tengan un motivo razonable para suponer que está sujeto a inspección.
El Convenio núm. 129 añade, en su artículo 16, párrafo 2, que sólo podrán entrar en el domicilio privado del productor de una empresa agrícola con el consentimiento de éste o con la autorización especial concedida por la autoridad competente.
Pero al mismo tiempo que coincidimos en este punto con la Comisión de Expertos, debemos:
— recordar que las quejas formuladas en las observaciones deben limitarse a los derechos y obligaciones específicos que se prevén en los Convenios en cuestión,
— así como precisar, que si bien las visitas sin aviso previo han demostrado ser muy eficaces, no menos importante es que se rijan de acuerdo con una serie de reglas específicas que respeten las libertades fundamentales y guarden el principio de proporcionalidad.
- En cuanto a la parte procedimental, se echa en falta, que el Gobierno haya sometido el proyecto de ley sobre la inspección del trabajo al Consejo Económico y Social del país, lo que pone de relieve la falta de consulta efectiva del máximo órgano asesor tripartito país, y nos retrotrae al debate mantenido el año pasado en la comisión de Normas, cuando se debatió sobre las deficiencias del diálogo social en Serbia, a la luz del Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144), sobre la consulta tripartita.
Considerando los puntos tratados, recomendamos a la Comisión que solicite al Gobierno serbio que:
- armonice la legislación nacional a los Convenios núms. 81 y 129 para que los inspectores del trabajo puedan efectuar visitas en los lugares de trabajo sujetos a inspección sin previo aviso con miras a garantizar una supervisión adecuada y efectiva;
- garantice que las inspecciones se ajusten a la finalidad perseguida y sea posible efectuarlas tan a menudo como sea necesario, y
- por último, continúe en sus esfuerzos encaminados a aplicar las conclusiones adoptadas el año pasado por la comisión, en virtud del Convenio núm. 144, para garantizar una consulta efectiva con los interlocutores sociales.
Miembros trabajadores — Desde la creación de la OIT una de sus preocupaciones prioritarias ha sido la inspección del trabajo. A este respecto, quiero recordar que la cuestión de la inspección del trabajo figuraba ya entre los principios generales enunciados en el Tratado de Versalles por el que se estableció la OIT.
El hecho de que esta importante cuestión ya se tuviera presente en los primeros momentos de nuestra Organización pone de relieve que sin un dispositivo de inspección eficaz resulta difícil aplicar efectivamente las normas sociales. En efecto, de qué sirve promulgar normas, elaborar textos y votar leyes si en el terreno no existe un cuerpo de inspectores encargado de controlar eficazmente su aplicación y de explicar su contenido a los diferentes actores. La pertinencia de estas consideraciones se verifica fácilmente al abordar el caso de Serbia.
En efecto, la Comisión de Expertos formula observaciones preocupantes sobre la aplicación de los Convenios núms. 81 y 129 en este país. En el informe se indica que una nueva ley adoptada en abril de 2015 limita significativamente las facultades de los inspectores. En este sentido, los artículos 16 y 17 de esta ley disponen que la mayor parte de las inspecciones deben anunciarse con tres días de antelación y que una orden de inspección por escrito (salvo en situaciones de emergencia) debe precisar, entre otras cosas, el objetivo de la inspección y su duración. El artículo 16 prevé asimismo que si, durante el curso de la inspección, un inspector descubre un caso de incumplimiento que sobrepasa la orden de inspección, el inspector deberá solicitar una adenda a la orden. La Comisión de Expertos señala, por otra parte, que la ley antes mencionada dispone que los inspectores serán responsables personalmente de las medidas adoptadas en el ejercicio de sus funciones y que se les podrán imponer multas muy disuasorias si efectúan inspecciones sin notificación previa.
Esas disposiciones plantean graves problemas en relación con los Convenios núms. 81 y 129. Más concretamente, se trata del artículo 12, párrafo 1, a), del Convenio núm. 81, y del artículo 16, párrafo 1, a), del Convenio núm. 129, respectivamente. Los dos textos prevén que los inspectores del trabajo que acrediten debidamente su identidad estarán autorizados a entrar libremente y sin previa notificación, a cualquier hora del día o de la noche, en todo establecimiento sujeto a inspección. En comparación con estas disposiciones, queda claro que la nueva ley adoptada por Serbia tiene por objetivo garantizar que la inspección del trabajo no pueda organizar ninguna visita sin previo aviso o, por lo menos, intenta intimidar a los inspectores que pudieran querer actuar de esta manera. Por lo tanto, esta legislación no sólo no está de conformidad con los Convenios sino que tiene un objetivo totalmente opuesto. A priori, no resulta necesario abogar detenidamente por la justificación y la importancia de organizar visitas sin previo aviso ya que esto es de puro sentido común.
Recordemos, sin embargo, que en su Estudio General sobre la inspección del trabajo, la Comisión de Expertos precisó que: «Las visitas sin previa notificación tienen la ventaja de permitir al inspector entrar en el lugar de control sin notificarlo previamente al empleador o a su representante, siempre que se tema la práctica de maniobras que puedan disimular una infracción, modificar con esta intención las condiciones habituales de trabajo, alejar a un testigo o hacer imposible el control. La práctica habitual de las visitas sin previa notificación es tanto más útil cuanto que además permite a los inspectores cumplir las reglas de confidencialidad que exigen el artículo 15, apartado c), del Convenio núm. 81 y el artículo 20, apartado c), del Convenio núm. 129 en cuanto al objeto preciso del control cuando el origen de éste sea una queja o una denuncia.». Limitar las facultades de los inspectores como lo hace esta ley equivale a decir a los empleadores que se les garantiza la impunidad, es decir significa entregarles un cheque en blanco para que puedan explotar la mano de obra sin escrúpulos.
Además, conviene hacer hincapié en que, como se menciona en una solicitud directa de la Comisión de Expertos, Serbia también ha tomado medidas a fin de reducir de manera significativa el número de inspectores. Según la información comunicada por el Gobierno, el número de inspectores ha pasado de 324 a 242. Para hacerse una idea de la cantidad de trabajo que debe realizarse, se puede señalar que, en 2016, existían 337 927 entidades comerciales registradas, sin contar las que no estaban registradas. Aunque se utilicen todos los sistemas de rotación posibles e imaginables, o se disponga de la mejor organización, en estas condiciones resulta totalmente imposible garantizar un servicio de inspección eficaz que pueda cumplir plenamente sus misiones.
Asimismo, cabe señalar que esta reforma se realizó sin consulta alguna con los empleadores o las organizaciones sindicales. Se trata de la enésima ilustración de los efectos nefastos de la austeridad. En nuestra Comisión se han abordado casos similares de otros países de la región que han tomado esta vía. El razonamiento en que se basan estas políticas parte de que las inspecciones sociales, y de forma más general todos los servicios públicos, tienen un coste que es fundamental reducir. En este marco, los puestos en las inspecciones sociales son simples puestos administrativos que deben reducirse en nombre de este dogma. Sin embargo, las políticas de austeridad no han dejado de poner de manifiesto todos sus límites así como el estancamiento al que conducen. Hacer de los servicios públicos un factor de ajuste presupuestario conlleva inevitablemente un aumento de la desigualdad y una precarización de la situación de los trabajadores. Cuando las medidas de austeridad se centran en los medios que están a disposición de las inspecciones, estas medidas conducen a una degradación de las condiciones de trabajo y afectan gravemente a la salud de los trabajadores y de sus familias, así como a las comunidades en su conjunto. En sus intervenciones, algunos delegados trabajadores presentarán elementos concretos para poner de relieve que estamos inmersos en una ola de austeridad que tiene consecuencias nefastas.
En este punto, y para finalizar mi intervención, sólo puedo insistir en que las condiciones de trabajo y la salud de los trabajadores no pueden utilizarse como moneda de cambio para realizar ahorros presupuestarios. Tanto el objetivo de la OIT como el motivo por el que ésta existe requieren que el trabajo no pueda equipararse a una vulgar mercancía. Las normas del trabajo no son una carga para las finanzas públicas sino que representan una condición necesaria para la prosperidad de todos.
Miembro empleador, Serbia — Seré muy breve. Estoy aquí para señalar que esta ley no ha seguido el procedimiento ordinario resultante de una discusión pública. Esta ley no fue examinada por el Consejo Económico y Social de la República de Serbia, por lo cual considero que los representantes sindicales y los representantes de los empleadores no tuvieron la oportunidad de influir en la modificación de sus artículos. La ley fue adoptada por el Parlamento de Serbia utilizando el procedimiento de urgencia, con lo cual se produjeron algunos errores. Conocemos esos problemas y si bien en principio se piensa que los empleadores se benefician de esta ley en mi opinión no es así porque de alguna forma facilita la corrupción dado que los inspectores y los empleadores pueden hacer tratos. Por lo tanto, lo sabemos todo acerca de esto. En la práctica, como dijo la representante de mi país, Sra. Dragna Savic, durante los últimos años sólo ha habido un 7 por ciento de este tipo de inspecciones del trabajo, y estoy seguro de que esta ley se cambiará muy pronto. Además del procedimiento de cambiar la ley, hay que tener en cuenta otra cuestión: se trata del mismo tipo de ley que existía en la antigua Yugoslavia, que era un país socialista. También existen los mismos artículos en leyes especiales de Eslovenia, Croacia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina y Macedonia del Norte — por lo cual esto no ocurre sólo en Serbia sino también en otros países de la región. Por consiguiente, estoy seguro de que cualquiera que sea la decisión de la Comisión sobre esta ley influirá en toda la región. Habida cuenta de esto, la organización de empleadores de Serbia confía plenamente en la decisión de la Comisión.
Miembro trabajadora, Serbia — Acogemos con agrado las conclusiones de la Comisión de Expertos en relación con la violación de los Convenios núms. 81 y 129. Sabemos que la Ley de Supervisión de la Inspección de 2015 prevé una serie de restricciones de las facultades de los inspectores del trabajo, especialmente en lo que respecta a la libre iniciativa de los inspectores para realizar inspecciones sin notificación previa, lo cual viola directamente los Convenios. Además, esta ley tampoco está en consonancia con la Ley del Trabajo y es un ejemplo de la tendencia que se ha seguido durante un cierto tiempo de derogar las disposiciones de la Ley del Trabajo a través de diferentes leyes de nivel inferior. Los sindicatos están luchando contra esto y continuarán haciéndolo porque resulta fundamental para el futuro de las relaciones laborales en la República de Serbia.
La Ley de Supervisión de la Inspección fue redactada por el Ministerio de Administración Estatal y de Autogobierno Local y no fue objeto de consultas con los interlocutores sociales representativos. Además, el Ministerio no presentó el proyecto de ley al Consejo Económico y Social para recabar su opinión si bien existe la obligación legal de presentar todos los proyectos de ley sobre cuestiones que son pertinentes para los trabajadores y los empleadores a esta institución tripartita de diálogo social para que opine al respecto. Se trata de un ejemplo concreto de la manera en que la falta de diálogo social puede tener un impacto negativo en la posición de los trabajadores y de violación de las normas internacionales del trabajo.
Como sindicato que representa a los trabajadores tenemos un gran interés en abogar por una inspección del trabajo fuerte, independiente, formada, que cuente con un número adecuado de efectivos y equipada, si bien la condición previa y el elemento más importante es que los inspectores del trabajo puedan llevar a cabo sus funciones libremente y sin ninguna restricción y no se les sancione si realizan inspecciones sin notificación previa. Siguiendo la vía actual no se podrá ofrecer protección a los trabajadores, reducir la economía sumergida y mejorar la seguridad y salud en el trabajo.
En 2018, 53 trabajadores perdieron la vida en lugares de trabajo de la República de Serbia. Necesitamos inspectores del trabajo facultados y que gocen de credibilidad en lo que respecta a tener tolerancia cero con los empleadores que no aplican las medidas de seguridad y salud establecidas en la legislación pertinente. Necesitamos inspectores del trabajo que no se dejen influir por los empleadores y los políticos. La obligación de presentar una notificación previa que establece la ley actual sólo puede tener efectos negativos como la corrupción y el doble rasero para los empleadores. También estamos seguros de que el hecho de que haya algunas excepciones a esta regla no puede ser un argumento relevante para el Gobierno ya que el artículo 12, 1), a), del Convenio núm. 81 establece claramente que los inspectores del trabajo que acrediten debidamente su identidad estarán autorizados para entrar libremente y sin previa notificación, a cualquier hora del día o de la noche, en todo establecimiento sujeto a inspección.
En conclusión, apoyamos firmemente la solicitud que la Comisión de Expertos ha realizado al Gobierno de que adopte las medidas necesarias para asegurar que se supriman las restricciones y limitaciones que la Ley de Supervisión de la Inspección impone a los inspectores del trabajo con miras a garantizar que se autorice a esos inspectores a entrar libremente y sin previa notificación en todo establecimiento sujeto a inspección de conformidad con los artículos pertinentes de los Convenios núms. 81 y 129. Los sindicatos también acogerían con agrado la asistencia técnica de la OIT a este respecto.
Miembro gubernamental, Rumania — Intervengo en nombre de la UE y sus Estados miembros. Noruega, país miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y del Espacio Económico Europeo (EEE), se adhiere a esta declaración.
Queremos reiterar la importancia que atribuimos a la promoción, protección y respeto de los derechos humanos, tal como se garantizan en los convenios de la OIT y otros instrumentos en materia de derechos humanos. La UE y sus Estados miembros también consideran que se deben garantizar a todos los trabajadores, en cualquier lugar, unas condiciones de trabajo seguras y saludables, y respaldamos la idea de que el derecho a unas condiciones de trabajo seguras y saludables debería ser un derecho fundamental en el trabajo. En este espíritu, creemos que la inspección del trabajo es fundamental para promover el trabajo decente. A este respecto, resulta fundamental la observancia de los Convenios de la OIT núms. 81 y 129.
Al ser Serbia un país candidato a la entrada en la UE tiene una relación muy estrecha y constructiva con ésta. La UE y sus Estados miembros están decididos a reforzar e intensificar su compromiso a todos los niveles de apoyar la transformación política, económica y social de Serbia, en particular mediante una mayor asistencia basada en los avances concretos en lo que respecta al Estado de derecho y a las reformas socioeconómicas. Sin embargo, tomamos nota con preocupación de las observaciones de la Comisión de Expertos sobre el incumplimiento por Serbia de los Convenios de la OIT núms. 81 y 129 en lo que respecta a la libre entrada de los inspectores del trabajo en los lugares de trabajo sin notificación previa. Lamentamos tomar nota de que la Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15 de abril de 2015 se aplica a la inspección del trabajo y establece una serie de restricciones a las facultades de los inspectores, incluidas la notificación previa con tres días de antelación para la mayor parte de las inspecciones y una orden de inspección por escrito (salvo en situaciones de emergencia) especificando, entre otras cosas, el objetivo de la inspección y su duración. Además, en caso de incumplimiento que sobrepasa la orden de inspección, el inspector deberá solicitar una adenda a la orden. Por último, lamentamos profundamente que la ley también prevea que los inspectores serán responsables personalmente de las medidas adoptadas en el ejercicio de sus funciones y que, por ejemplo, se les pueda imponer una multa por realizar una inspección sin notificación.
El porcentaje de trabajo no declarado sigue estando alrededor del 20 por ciento y para hacer frente a este problema es necesario un enfoque de amplio alcance de los ministerios pertinentes. Las inspecciones del trabajo se han centrado en hacer frente al trabajo no declarado aunque los resultados todavía no tienen un impacto sobre los niveles de este tipo de trabajo.
Por consiguiente, pedimos al Gobierno que vele por la supresión de las restricciones y limitaciones que la Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15 de abril de 2015 impone a los inspectores del trabajo a fin de garantizar que estos inspectores estén autorizados a entrar libremente y sin previa notificación en todo establecimiento sujeto a inspección de conformidad con los Convenios de la OIT. La UE y sus Estados miembros siguen comprometidos con su estrecha cooperación y colaboración con Serbia.
Miembro trabajadora, Grecia — Al celebrar el centenario de la OIT, recordamos que la inspección del trabajo ha sido una prioridad normativa desde la fundación de la OIT, a la que se hace referencia en el Tratado de Versalles y en la Constitución de la OIT.
Al abordar la inspección del trabajo como un pilar de la administración del trabajo, los Convenios núms. 81 y 129, que han sido objeto de muchas ratificaciones, y las recomendaciones conexas, ofrecen el marco de referencia universal. Tal como se destacó en el Informe V presentado a la Conferencia de 2011 los sistemas de inspección del trabajo desempeñan un papel vital y fundamental en la aplicación y el cumplimiento de la legislación del trabajo, especialmente en lo que respecta a los derechos de los trabajadores. Asimismo, prevén la información, el asesoramiento y la formación, desempeñando una función crucial en materia de seguridad y salud en el trabajo.
En un contexto político, social y económico cambiante, exacerbado por la crisis económica, los sistemas de inspección de la aplicación de la legislación del trabajo han tenido que hacer frente a desafíos complejos, incluidos el desempleo elevado y persistente, los trabajos precarios, el trabajo ilegal o no declarado, la migración laboral y los cambios tecnológicos. Estos cambios, vinculados a los nuevos modelos empresariales y de producción, afectan negativamente a las normas del trabajo y a las instituciones del mercado de trabajo.
En este contexto, en muchos Estados miembros de la UE la inspección reglamentaria se ha debilitado debido a la tendencia establecida a realizar recortes en el gasto público a fin de suprimir las supuestas «cargas administrativas de las empresas» y mejorar la competitividad.
Investigaciones recientes hacen hincapié en los recortes en costos de funcionamiento que afectan al personal, los salarios y las condiciones de trabajo, así como en la preferencia por la regulación voluntaria/privada y en la prioridad que se da a la función asesora/informativa de la inspección, todo ello en detrimento de la cobertura, la aplicación y la gobernanza eficaz de la administración del trabajo en el momento en el que son más necesarios unos servicios de inspección del trabajo eficaces.
Esta tendencia, en particular al debilitamiento de las inspecciones del trabajo, es prácticamente endémica en Europa sudoriental, que es una región llena de pequeñas y medianas empresas y microempresas, algunas de las cuales son lugares de trabajo clandestinos, y en la que existe mucho empleo no declarado o ilegal. Dicha tendencia se ve agravada por la legislación o las prácticas, por ejemplo por la Ley de Supervisión de la Inspección que se aplica en Serbia, que recorta los derechos y facultades establecidos en los Convenios núms. 81 y 129, incluido el derecho de los inspectores del trabajo a realizar libremente inspecciones sin previa notificación en todo establecimiento sujeto a inspección; proceder a exámenes cuando lo consideren necesario, e interrogar, solos o ante testigos, al empleador o al personal de la empresa. Estos derechos son fundamentales para una inspección del trabajo eficaz y digna de crédito que respeta la confidencialidad.
Sin embargo, han sido suprimidos por esta ley, que impone la obligación de presentar una notificación previa, requiere órdenes detalladas, y obliga a los inspectores a conseguir una orden adicional si detectan incumplimientos que no se especifican en la primera orden. Además, una cláusula desafortunada sirve para incriminar a los inspectores serbios, mal pagados y sobrecargados de trabajo, imponiendo multas considerables por acciones realizadas en el ejercicio de sus funciones. Como hemos oído, la ley se adoptó sin consultas o diálogo previos con los sindicatos u otros interlocutores sociales.
Resulta fundamental disponer de sistemas de inspección del trabajo eficaces, transparentes y creíbles, que tengan a su disposición todos los medios y recursos necesarios para poder funcionar sin trabas a fin de respaldar las normas del trabajo, garantizar condiciones equitativas en el lugar de trabajo, luchar contra las prácticas corruptas y con miras al desarrollo económico. Todo esto, a su vez, es vital para Serbia, el mayor país de los Balcanes occidentales y candidato a entrar en la UE, que quiere poner su legislación de conformidad con las normas de la UE. Serbia se merece algo mejor.
Asimismo, tomamos nota con preocupación de que otros países de nuestra región, incluidos Montenegro, Croacia, Macedonia del Norte, Eslovenia e incluso Grecia, tienen disposiciones y prácticas comparables que fundamentalmente anulan la misma idea de la inspección. Habida cuenta de todo esto, instamos a la OIT a volver a centrarse en toda la región y a supervisar los sistemas de inspección del trabajo.
En conclusión, siguiendo a la Comisión de Expertos pedimos al Gobierno que adopte las medidas necesarias para garantizar el pleno cumplimiento de los dos Convenios y entable un diálogo con los interlocutores sociales a fin de consolidar un sistema de inspección del trabajo funcional, creíble y eficaz.
Miembro trabajador, Bélgica — La Comisión de Aplicación de Normas constituye una parte fundamental del sistema de control de la OIT porque examina la forma en que los Estados cumplen sus obligaciones derivadas de los convenios que han ratificado y aplican las recomendaciones.
Tal como se señaló durante la discusión de otro caso, adoptar normas sin un mecanismo sólido para controlar su cumplimiento no tendría sentido.
Supervisar el cumplimiento de las normas y de la legislación a nivel nacional es la verdadera esencia y objetivo de la inspección del trabajo. Disponer de un corpus bien establecido de legislación del trabajo no significa nada en la práctica si no se puede controlar el respeto de esta legislación.
Sin la inspección del trabajo los trabajadores se encontrarían a merced de sus empleadores. Sin grupos de inspectores del trabajo que funcionen bien, estén bien formados y suficientemente equipados, el trabajo decente, las condiciones de trabajo decente, y la seguridad y salud en el trabajo sólo son aspiraciones lejanas que no pueden alcanzarse.
No resulta sorprendente que en las conclusiones que ha adoptado la Comisión en relación con otro caso se pida al Gobierno que refuerce la capacidad de la inspección del trabajo tanto a nivel humano como material a fin de que la inspección tenga suficientes recursos técnicos y formación.
Sin embargo, hemos de hacer hincapié en que incluso una inspección del trabajo bien equipada y lo suficientemente formada no resulta eficaz si no tiene la posibilidad de realizar inspecciones por sorpresa. Forzar a los inspectores del trabajo a anunciar una inspección con tres días de antelación les priva de la posibilidad de comprobar si realmente se respeta la legislación del trabajo.
Este es el motivo por el que los Convenios cuyo cumplimiento estamos ahora debatiendo prevén claramente que los inspectores del trabajo deberían estar facultados para entrar libremente y sin previa notificación en todo establecimiento sujeto a inspección y para entrar de día en cualquier lugar cuando tengan un motivo razonable para suponer que está sujeto a inspección.
Privar a los inspectores del trabajo de esta posibilidad y obligarles a presentar una notificación previa con tres días de antelación es dar vía libre a los empleadores malintencionados para que puedan disimular las condiciones de trabajo problemáticas, disfrazar el incumplimiento de la legislación del trabajo o simplemente alejar o incluso encerrar a los trabajadores que son objeto de explotación, o recoger sus cosas y desaparecer para instalarse en otro sitio en el que puedan continuar llevando a cabo sus acciones ilegales.
El respeto de la legislación del trabajo, de las normas en materia de seguridad y salud en el trabajo y de las condiciones de trabajo decentes es francamente una cuestión de vida o muerte. Este año ya han perdido la vida al menos 14 trabajadores en la República de Serbia. El Gobierno ha confirmado que el número de accidentes del trabajo ha aumentado debido al menor cumplimiento.
Sin siquiera abordar la prohibición de contratar personal nuevo en todo el sector público, podemos señalar que una prohibición que está en vigor desde hace cinco años y que tiene un impacto sobre el número de inspectores del trabajo, dada la imposibilidad de sustituir a esos inspectores, resulta simplemente desastrosa, e instamos firmemente al Gobierno a revisar rápidamente la Ley de Supervisión de la Inspección a fin de eliminar la obligación de que los inspectores del trabajo tengan que notificar previamente las visitas. Esto se aplica a todas las situaciones posibles. Hacemos de nuevo hincapié en que los inspectores del trabajo deberían estar autorizados para entrar libremente y sin notificación previa en todo establecimiento sujeto a inspección.
Miembro trabajadora, Francia — El Convenio núm. 81 es un convenio esencial porque todos los derechos laborales dependen de su aplicación eficaz, y en particular el derecho a la seguridad y salud en el trabajo, que debería entrar en el corpus de normas fundamentales ya que nadie debería morir en el trabajo. Sin embargo, la situación de la inspección del trabajo en Serbia es tal que 53 personas perdieron la vida en el lugar de trabajo en 2018, y desde enero de 2019 ya han fallecido 14 personas.
La mundialización y la liberalización ejercen una presión muy fuerte sobre los recursos en mano de obra y esta situación exige una mayor vigilancia por parte de los servicios de inspección del trabajo a fin de impedir la explotación de los trabajadores y el deterioro de sus condiciones de trabajo. Las actividades de la inspección del trabajo son fundamentales para un desarrollo socioeconómico equilibrado y, en consecuencia, para la justicia social.
Sin embargo, la cuestión no es nueva en Serbia, país candidato a entrar en la UE en 2025. En efecto, ya en 2010, la OIT elaboró una guía práctica para los inspectores del trabajo de Serbia titulada: «A tool kit for labour inspectors: A model enforcement policy, a training and operations manual, a code of ethical behaviour». Esta publicación se elaboró para ayudar a Serbia a modernizar su sistema de inspección del trabajo, lograr que el país sea «apto» para una adhesión posterior a la UE y poner sus políticas y prácticas de conformidad con las de los Estados vecinos similares de Europa. El objetivo es mejorar significativamente el cumplimiento de las leyes y los reglamentos en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Salarios que se pagan con retraso, cotizaciones sociales que no se pagan, horas extraordinarias no remuneradas, condiciones de trabajo desastrosas que a veces llegan hasta la prohibición de ir al baño, etc., durante los últimos años la prensa se ha hecho eco de situaciones de este tipo que se producen en grandes empresas. Ahora bien, la prevención es una baza no un costo adicional: el respeto de la legislación laboral y de las normas del trabajo no es simplemente una obligación que se impone a los empleadores sino también una contribución a la calidad, la eficacia, la productividad y el éxito de las empresas, así como a la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores del país.
En el punto 3 de la Declaración de Sofía de la Cumbre UE-Balcanes occidentales de 17 de mayo de 2018, los dirigentes de la UE señalaron que la UE está decidida a reforzar e intensificar su actuación en todos los niveles para respaldar la transformación política, económica y social de la región, en particular mediante una mayor asistencia basada en los avances concretos de los socios de los Balcanes occidentales en lo que respecta al Estado de derecho y a las reformas socioeconómicas.
En cuanto a Serbia, esto requiere el cumplimiento del Convenio núm. 81 y que el Estado haga que en el país se respeten las normas internacionales del trabajo y no se sacrifique al dogma de la competencia absoluta que sólo puede conducir al dumping social, lejos de lo que promueve el pilar europeo de derechos sociales.
Representante gubernamental — Quiero expresar nuestro agradecimiento a todos los grupos y oradores que han participado en la discusión. Espero que el Gobierno haya conseguido explicar la situación de la República de Serbia a través de claros datos estadísticos sobre la inspección del trabajo en la práctica. Como dije en mi intervención preliminar, el Gobierno colaborará con la OIT y con los interlocutores sociales y otras instituciones gubernamentales, y pediremos asistencia técnica a fin de solucionar la situación. En nuestras próximas memorias sobre la aplicación de los convenios informaremos a la OIT sobre las mejoras alcanzadas a este respecto.
Miembros trabajadores — Hemos escuchado las explicaciones de la representante del Gobierno serbio y queremos señalar una vez más que la cuestión que se trata aquí es de importancia capital. Las inspecciones del trabajo constituyen un medio fundamental para garantizar el control adecuado de la aplicación de las normas del trabajo.
Invitamos al Gobierno serbio a poner su legislación de conformidad con los Convenios núms. 81 y 129. Más concretamente, se trata de derogar los artículos 16 y 17 de la ley que hemos mencionado en nuestra intervención preliminar. Esto implica eliminar todas las restricciones que impiden que los inspectores puedan llevar a cabo los controles de la forma prevista en los Convenios. En efecto, no resulta aceptable que se amenace a un inspector con la imposición de una sanción o una multa si efectúa una visita sin previa notificación.
Además, queremos señalar que los problemas a los que tienen que hacer frente los servicios de inspección en este país no se limitan a estos aspectos. A este respecto, observamos que la Comisión de Expertos ha dirigido al Gobierno una serie de solicitudes directas. A modo de ejemplo, podemos citar el hecho de que la legislación no deja claro el momento en el que las visitas están autorizadas y parece que no garantiza que éstas puedan realizarse en cualquier momento del día o de la noche.
Lo mismo ocurre con el hecho de que en la legislación no figuren garantías suficientes en lo que respecta a la confidencialidad de las quejas. Por consiguiente, invitamos al Gobierno serbio a: realizar las modificaciones legislativas propuestas en consulta con las organizaciones sindicales — que ha declarado que realizaría —; proporcionar una respuesta precisa y detallada a las cuestiones planteadas por la Comisión de Expertos en sus solicitudes directas, y garantizar que haya un número suficiente de inspectores para que éstos puedan cumplir plenamente con sus misiones.
Con miras a dar seguimiento a estas cuestiones, pedimos al Gobierno serbio que envíe una memoria a la Comisión de Expertos en la que figuren las modificaciones que se introducirán en la ley así como la respuesta a las cuestiones planteadas, para que dicha Comisión pueda examinarla en su próxima reunión, que se celebrará en noviembre de 2019. Por último, proponemos al Gobierno que recurra en la medida en que sea necesario a la asistencia técnica de la Oficina.
Miembros empleadores — Queremos en nombre de los empleadores agradecer al Gobierno serbio por el espíritu constructivo y el diálogo que ha mostrado desde un principio para solucionar esta anomalía, y también agradecemos mucho la información que ya ha suministrado y la que va a suministrar próximamente.
También agradecemos la descripción que ha hecho sobre la inspección en el país, indicando fundamentalmente que en la mayoría de los casos de inspección realizados no se ha realizado tal preaviso. Por eso mismo consideramos que es necesario fundamentalmente adecuar la legislación a ambos Convenios, si bien es verdad que se establece la primacía de los Convenios tal y como se establece en la Constitución serbia, no menos importante es que se produzca esa armonización con el objeto fundamentalmente de evitar situaciones indeseadas y sobre todo también garantizar una seguridad jurídica, no sólo para los trabajadores sino también para las empresas.
Y también valoramos de forma muy positiva que se haya solicitado asistencia técnica por parte del Gobierno serbio y esperamos que esta labor se realice también en estricta coordinación con los empleadores y trabajadores que, en este caso, fundamentalmente en este tipo de propuestas legislativas tienen mucho que aportar, fundamentalmente para garantizar una defensa efectiva de los derechos así como garantizar un modelo de inspección que también garantice la seguridad jurídica y un clima de operaciones por parte de las empresas en situación de igualdad.
Por todo ello, espero que la Comisión recoja todas estas aportaciones y recomendaciones con el objeto fundamentalmente de armonizar definitivamente la normativa a los Convenios núms. 81 y 129.
Conclusiones de la Comisión
La Comisión tomó nota de las declaraciones orales formuladas por el representante del Gobierno y de la discusión que tuvo lugar a continuación.
La Comisión tomó nota con preocupación de que la legislación nacional impone una serie de restricciones a las facultades de los inspectores del trabajo.
Teniendo en cuenta la información presentada por el Gobierno y la discusión que tuvo lugar a continuación, la Comisión insta al Gobierno a que:
- modifique sin demora los artículos 16, 17, 49 y 60 de la Ley de Supervisión de la Inspección núm. 36/15, a fin de asegurar que los inspectores del trabajo estén autorizados a entrar libremente y sin previa notificación en los lugares de trabajo a fin de garantizar una supervisión adecuada y eficaz de conformidad con lo dispuesto en los Convenios núms. 81 y 129, y
- emprenda las reformas legislativas, en consulta con los interlocutores sociales, así como para asegurar la efectiva colaboración entre la inspección de trabajo y los interlocutores sociales.
La Comisión llama al Gobierno que recurra a la asistencia técnica de la OIT en relación con estas recomendaciones.
La Comisión pide al Gobierno que informe detalladamente sobre las medidas adoptadas para aplicar estas recomendaciones a más tardar el 1.º de septiembre de 2019.
Representante gubernamental — El Gobierno de la República de Serbia quiere dar las gracias a la Comisión y a todos los grupos y personas que participaron ayer en la discusión. Al leer las conclusiones hemos pensado que éstas también deberían referirse a las prácticas laborales en Serbia y no sólo a la legislación nacional, pero, de cualquier manera, ayer el Gobierno dijo que pediremos asistencia técnica de la OIT a fin de solucionar esta situación y a este respecto colaboraremos con otros ministerios del Gobierno y con nuestros interlocutores sociales y enviaremos la información a la OIT antes del 1.º de septiembre de este año.